Estados Unidos y China van a la guerra?

30.12.2018

¿Van EE.UU y China a la guerra?

Por Daniel Campos

daniel.campos.d@gmail.com

Todos los medios económicos y políticos, los círculos imperialistas y analistas hablan de la "Guerra comercial" entre EE.UU y China. Este es un tema de debate mundial y en la izquierda. ¿Es China un enemigo del imperialismo? ¿Van EEUU y China a la guerra? ¿Qué significa la "guerra arancelaria" que provoca disputas entre las dos econo-mías más grandes? China ha registrado altas tasas de crecimiento durante varias décadas. Pero ese crecimiento a partir del estallido del pico agudo de la crisis mundial del capitalismo en el 2007, se frenó. Desde el 2012 el PIB Chino comenzó su caída y la crisis ha colocado a China desde hace tres años en recesión. De ese modo, la econo-mía China está impulsando una fuerte tendencia recesiva en el conjunto de la economía capitalista mundial, y está actuando como un factor que provoca un agravamiento la crisis global del capitalismo.

Lo primero es ponernos de acuerdo si China es un país capitalista o socialista, y para definir correctamente a un estado debemos responder a la siguiente pregunta:¿Para qué clase social gobierna el estado? Si el estado gobier-na para las multinacionales y monopolios, para la ganancia capitalista, es un estado capitalisa. Si es un estado que gobierna para la clase obrera, si su centro es el desarrollo de la revolución proletaria a nivel nacional e internacio-nal, es un estado obrero. Si aplicamos este criterio para China debemos preguntarnos: ¿Para qué clase social go-bierna el estado de China? Y la respuesta es categórica: Es un estado cuya maquinaria, recursos y ejército están al servicio de la ganancia de las multinacionales y monopolios imperialistas. Es un pilar fundamental del capitalismo mundial, porque la fuerza violenta de la maquinaria del estado Chino está al servicio de lograr las mayores tasas explotación obrera del mundo.

El método del estado chino es la represión violenta de la clase obrera, la ilegalización de sus organizaciones, y la persecución, secuestro y matanza de todos aquellos que enfrentan la dictadura del PC Chino. Así, con una brutal dictadura, es como China logro las tasas de explotación obrera más importantes. Y así fue como consiguió conver-tirse en un verdadero "paraíso" de los monopolios que no lograban en sus países donde tienen sus casas matrices, las tasas de explotación que sí lograron en China. Aunque tenga una bandera roja, aunque se diga socialista, aun-que construya muchas estatuas de Marx y Engels, y aunque el partido que conduce el estado se llame Partido Co-munista, el estado Chino es burgués y es capitalista, porque trabaja para lograr la mayor explotación de trabajo hu-mano al servicio de las ganancias de los Conglomerados Globales que dominan la economía capitalista mundial.

La economía China está en manos de los monopolios imperialistas

La realidad es que las enormes "empresas estatales" de China están penetradas hasta los tuétanos de capital im-perialista. La empresa más importante de informática de China se llama Alibaba, cuyo dueño, Jack Ma, está asocia-do al yerno de Donald Trump, Jared Kushner en un fondo de inversión denominado Cadre. Dicha sociedad está respaldada por el financista George Soros y BlackRock, un fondo de inversión gigantesco que es la fachada del Bank of América. Las Inversiones Extranjeras Directas (IED) concurren a territorio Chino desde Hong Kong, una isla que fue colonia británica, y es un "paraíso fiscal". A partir de 1980 el gobierno de Deng Xiaoping utilizó Hong Kong como plataforma para la creación de las "zonas económicas especiales" donde el capital goza de todos los beneficios, a partir de lo cual las inversiones extranjeras directas (IED) y el capital imperialista tuvieron todas las facilidades

China tiene tres bolsas la de Shangai, la de Shenzen y la de Hong Kong, que trabajan entre si por la cual fluyen las IED. Tras la derrota de las masas de 1989 en Plaza Tiannamenn, todo el proceso de penetración de las IED se ace-leró, y las ganancias de los Conglomerados Globales imperialistas comenzó a ser tan importante, que el imperialis-mo británico devolvió Hong Kong a China en 1997. Con el traspaso de Hong Kong a China hace ya más de 20 años, el imperio británico le facilitó a la oligarquía de magnates del PC Chino, la creación de negocios y enriqueci-miento, y la conversión de la oligarquía del PC Chino en magnates. Jiang Zemin, Secretario General del PC Chino y líder del país durante toda la década de los '90, llevó adelante operaciones de lavado de dinero desde la provincia de Jiangsu a través de proyectos financiados por el gobierno central, y diseñó el plan de privatización de las empre-sas estatales mediante préstamos del estado para la asociación de las Corporaciones estatales chinas con los Con-glomerados Globales imperialistas.

El hijo Jiang Zemin, Jiang Mianheng se asoció en el año 2002 con Neil Bush, hermano de George Bush, el enton-ces presidente de EE.UU en la Corporación Grace Semiconductor Manufacturing Corporation. Los jerarcas del PC transfirieron sus activos a Hong Kong, lo que contribuyó emergió una poderosa "Banca en las sombras" , un mayor lavado de dinero que permitió, por ejemplo, al hijo del líder de China, Jiang Mianheng, apropiarse de muchas em-presas, y así fue como la oligarquía del PC Chino se fue apropiando y privatizando todas las empresas estatales en asociación con los Conglomerados Globales. El nieto del líder de China, Alvin Jiang se graduó en Harvard y fue funcionario de Goldman Sachs, desde donde creó la empresa Boyu Capital con sede en Hong Kong, que atrajo inversionistas de alto perfil como el hombre más rico de Asia, Li Ka-Shing, y el fondo soberano de Singapur, Tema-sek Holdings Private Lted.

La entrada de China a la Organización Mundial del Comercio en el 2001 facilitó el flujo de las IED, todo un proceso que llevó a que las más grandes empresas estatales chinas se vayan convirtiendo en empresas profundamente asociadas al capital imperialista. La 1er empresa de China, la petrolera SINOPEC, está asociada a Exxon y la Cor-poración Multinacional JP Morgan Chase que llevaron adelante en la petrolera inversiones de más de 3 mil millo-nes de dólares desde el 2005 para triplicar la capacidad de la refinería de Fujian de 80,000 barriles por día a 240.000. Exxon busca construir un complejo petroquímico, y la comercialización de combustible que gestionará 750 estaciones de servicio y una red de terminales en Fujian, una de las provincias que primero pasó al capitalis-mo y donde se asentó una "zona especial" en Xiamen, puerto vital para la exportación.

La 2da empresa gigante estatal de China es la empresa de energía StateGrid, un monstruoso conglomerado indus-trial que controla la gigantesca red eléctrica china. Esta red es muy atrasada y en varias de sus partes está a punto de punto de colapsar, razón por la cual StateGrid celebro un acuerdo en el año 2011 con la Corporación norteame-ricana General Electric (GE) a través de la empresa Wuhan Nari, que pertenece al grupo StateGrid. De este modo la 2da compañía de China tiene financiamiento de la compañía fundada por General Electric. La 3era empresa más importante del país la Corporación Nacional del Petróleo de China (CNPC) creo en el año 2000 la empresa Petrochina que cotiza directamente en las bolsas de Nueva York y Hong Kong, y tiene inversores importantes como el banquero estadou-nidense Warren Buffet y la corporaciones que él controla Berkshire Hat-haway y Wells Fargo.

La 4ta empresa de China es la de telefonía y telecomunicaciones China Mobile Hong Kong con domicilio en Islas Vírgenes Británicas fue la pri-mera la primera gran privatización de empresas del estado, llevada a cabo por un banco de inversión chino llamado CICC en acuerdo con la Corporación Multinacional de EE.UU Morgan Stanley. La 5ta empresa de China es el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) surgió con inversiones de Corporaciones como Goldman Sachs de EE.UU, el Dresdner Bank de Alemania y American Express de EE.UU. Las empresas estatales chinas están fuertemente asociadas al capital imperialista, y los intereses de la oligarquía de magnates del PC Chino están profundamente vinculados a los intereses de los funcionarios de los Conglo-merados Globales imperialistas.

China y EE.UU asociados por los "déficits gemelos"

Los "déficits gemelos" de EE.UU, el déficit fiscal y el déficit comercial, son el sostén de toda la economía capitalista imperialista mundial desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. China cumple desde hace 30 años un rol clave en el financiamiento de esos déficits gemelos. Las multinacionales se ubicaron en China y luego, aseguraron sus ga-nancias mediante la colocación de sus productos en el mercado de EE.UU. De ese modo, el déficit comercial de EE.UU que antes era mayormente con Europa, pasó a estar conformado ahora mayormente por China. Pero EE.UU impuso un acuerdo por el cual a cambio de la instalación de las multinacionales norteamericanas, el estado Chino se comprometió a comprar de bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Fruto de ese acuerdo China, se convirtió en el principal tenedor de bonos de Tesoro de EE.UU con 1.15 billones de dólares, superando a Japón que tiene 1.09 billones. De este modo el estado Chino pasó a ser el más importante financiador del estado de EE.UU.

En la base de esta colaboración financiera se encuentra la asociación de las Corporaciones de EE.UU con la oli-garquía del PC de China. La sociedad de ambas clases dominantes transformó a China en "socio menor" de EE.UU, es decir, el estado norteamericano emite bonos que China compra con lo cual, China financia parte del déficit fiscal de EE.UU. Gran parte de los capitales que "salen" de EE.UU para invertir en China, "vuelven" para otorgar fondos al Tesoro de EE.UU, lo que permite financiar una parte del déficit estatal y alimenta el circuito de flujo de capital entre ambos países. Al concentrarse una magnitud extraordinaria de capitales por la inversión direc-ta, así como por su carácter privilegiado de "socio menor" de EE.UU, China se transformó en una "Sub-metrópoli", es decir, actúa como una sede del capital imperialista que es redistribuido con inversiones globales.

China exporta globalmente capital desde las empresas chinas, bajo la protección de estado chino. Actúa "Tercerizando" así el flujo del capital imperialista y lo expande, con lo que la oligarquía del PC extiende sus nego-cios, un hecho que ha llevado a muchos analistas y comentaristas a definir a China como "imperialismo". Nada más alejado de la realidad. La oligarquía del PC Chino expande sus inversiones mundialmente como parte de su status de socios menores de los Conglomerados Globales imperialistas. La categoría de "Sub- Metrópoli", es cuando un país capitalista que se encuentra bajo el dominio del capital imperialista, concentra inversión y capita-les de tal magnitud que lo convierte en un exportador de capital y productos. Esto lo diferencia de una semicolo-nia, que también está bajo el dominio de una potencia imperialista, pero en una situación aún inferior porque no posee la magnitud de capital e inversión que le otorgue la capacidad de exportar capital en grandes magnitudes. China es una sub-metrópoli, como tienden a serlo también Brasil, India, Rusia y Sudáfrica, los llamados países "BRICS". China exporta productos y capital todo el tiempo, sus empresas estatales y bancos se instalan y finan-cian proyectos globalmente, pero siempre en conjunto con las inversiones de los Conglomerados Globales impe-rialistas que dominan la economía mundial.

Según el estudio del Boston Consulting Group hay en China 1.240.000 millonarios. Desde el comienzo de la crisis mundial del capitalismo en el 2008, la burguesía creció un 65%, con lo cual China pasó a ser el segundo país con más millonarios del planeta con una riqueza calculada en 152 billones de dólares. La burguesía China es ahora el magnitud de capital e inversión que le otorgue la capacidad de exportar capital en grandes magnitudes. China es una sub-metrópoli, como tienden a serlo también Brasil, India, Rusia y Sudáfrica, los llamados países "BRICS". China exporta productos y capital todo el tiempo, sus empresas estatales y bancos se instalan y financian proyec-tos globalmente, pero siempre en conjunto con las inversiones de los Conglomerados Globales imperialistas que dominan la economía mundial.

Según el estudio del Boston Consulting Group hay en China 1.240.000 millonarios. Desde el comienzo de la crisis mundial del capitalismo en el 2008, la burguesía creció un 65%, con lo cual China pasó a ser el segundo país con más millonarios del planeta con una riqueza calculada en 152 billones de dólares. La burguesía China es ahora el 1% de la población, con lo cual ya no se diferencia en nada del resto de las naciones capitalistas, y teniendo en cuenta que China es una Submetrópoli, y no es un país imperialista, tiene una cantidad enorme de burgueses que la coloca entre los países capitalistas más importantes del mundo.

Sintetizando, China es un país que tiene un Banco Central que compra y atesora bonos del Tesoro de EE.UU, con empresas asociadas a los Conglomerados Globales imperialistas, domiciliadas en paraísos fiscales bajo control de EE.UU o Gran Bretaña. La clase dominante está compuesta por casi un millón 250 mil burgueses y oligarcas, compuesta en gran parte por la jerarquía del PC, devenidos en millonarios en sociedad con las Corporaciones imperialistas. Los miembros de esa oligarquía y sus círculos están vinculados a los funcionarios de Corporaciones imperialistas como Goldman Sachs, JP Morgan Chase u otros, la flor y nata de Wall Street, por lo cual China es una "sub- metropolí", es decir, concentra y exporta capital en su condición de socia menor del capital imperialista.

La grave crisis que se incuba en China

Pero si China se convirtió desde hace 30 años en un pilar del sistema capitalista mundial, ahora puede convertirse en un factor de su derrumbe. A partir del estallido de pico agudo de la crisis mundial del capitalismo en el 2007, los Bancos Centrales de los países capitalistas más importantes han inyectado alrededor de 30 y 40 billones de dólares en carácter de salvatajes para rescatar a los Conglomerados Globales que quebraron masivamente. Esa maniobra salvo a los Conglomerados, pero agravo todas las contradicciones del sistema capitalista imperialista mundial. En China ha ocurrido exactamente lo mismo. China ha realizado salvatajes por alrededor de 6 billones de dólares, y de este modo el Banco Central del Pueblo de China ha llevado a cabo la mayor inyección de masas de capital en calidad de salvatajes del mundo entero, superando a los rescates hechos por Banco Central Euro-peo, o la Reserva Federal de EE.UU, por ejemplo. A partir de estos acontecimientos, la economía de China ha comenzado a sumergirse en una profunda crisis, que puede golpear gravemente al conjunto del sistema capitalis-ta imperialista mundial.

Durante casi 20 años la economía de China creció logrando un PBI con una tasa de entre el 10% y el 12% anual. Durante ese lapso las inversiones imperialistas se asentaron en China, aprovechando la alta tasa de explotación y plusvalor proporcionada por la dictadura del PC que reprimió violentamente a la joven clase obrera emergente. Las multinacionales imperialistas se instalaron en China con una invitación a fabricar muy barato con lo cual, las mercancías "made in China" inundaron el mercado mundial como expresión de la conversión de un país predomi-nantemente campesino en una enorme factoría, donde las multinacionales gozan de todos los privilegios. China se convirtió en pilar mundial del capitalismo y las multinacionales mediante una brutal represión del estado.

La dictadura del PC impide a los trabajadores y el pueblo los más mínimos derechos democráticos a reunión, re-clamo, movilización o sindicalización, mientras sus dirigentes se convierten en millonarios. De ese modo, China produjo cantidades monumentales de mercancías listas para ser exportadas al mundo entero y se convirtió en la mayor exportadora del mundo, con lo cual desarrolló un colosal polo portuario compuesto por de más de 200 puertos en sus costas de los mares de China contiguos al Océano Pacífico. En el momento en que el PBI de Chi-na crecía a una tasa de entre el 10% y 12%, la economía mundial crecía con un PBI en una tasa que oscilaba entre el 4% y 5 %.

Simultáneamente China desarrollo una poderosa clase obrera constituida por cientos de millones de trabajadores, una joven clase obrera emergente que fue reprimida violentamente por la dictadura del PC. El mismo fenómeno se reprodujo en la India, y en el conjunto de los países del Sudeste- asiático, regiones en donde hace 50 años, no existían los poderosos proletariados que existen hoy. Pero tras el estallido del pico agudo de la crisis del capitalis-mo mundial entre los años 2007 y 2008 la economía mundial se derrumbó al -2% anual. Las tasas negativas del PBI global podrían haber sido peores, sino hubiese sido por los monstruosos salvatajes inyectados por los Ban-cos Centrales de los principales países capitalistas. El comercio mundial se derrumbó. Tras la caída de Lehman Brothers el volumen del comercio mundial se derrumbó en caída libre de 12.500 puntos del Baltic Dry a 700. Esto significó un brutal golpe a la economía China, cuya columna es el comercio mundial y la exportación

Con este panorama, la situación de China cambió por completo. Enormes porciones de su economía quedaron en estado ocioso, el capital sobreacumulado comenzó a sufrir descapitalización y pérdidas, comenzó el cierre de empresas, la quiebra, y la pobreza y miseria se extendió a sectores de la población urbana agolpada junto a las ciudades. No tardó en extenderse una oleada de huelgas. Acompañando el proceso de huelgas que estallaron en todo el mundo contra los recortes de salarios, de pensiones y empleos, los trabajadores mal pagados, en China la joven clase obrera fue a la huelga directamente a enfrentar la explotación, consiguiendo aumentos salariales de dos dígitos. Sólo en Shenzen en 2014 la empresa Foxconn, de propiedad taiwanesa y mayor proveedora de material electrónico del mundo, afrontó una huelga de casi medio millón de trabajadores, que producen millones de iPods e iPhones de Apple, así como ordenadores y teléfonos móviles para marcas como Nokia, Dell y Sony. La muerte por suicidios en Foxconn desató un escándalo nacional, condujo a un aumento inmediato del 30% en los salarios de menos de 100 libras esterlinas mensuales, y ayudó a generar abandonos reivindicativos del traba-jo en fábricas y proveedores de Honda, Hyundai y Toyota, además de en otros centros productivos en toda Chi-na.

La burbuja inmobiliaria más grande de la historia

Pero las huelgas pusieron a sectores de la oligarquía del PC Chino a la defensiva, concediendo los fuertes au-mentos del salario mínimo para calmar a las masas y evitar una insurrección. El levantamiento en Guandong de la clase obrera china, puso al rojo vivo todas las contradicciones de la economía capitalista, y llevo a la oligarquía del PC a profundizar los salvatajes implementados por el Banco del Pueblo de China. Tras inyectar billones de dólares la economía de China cayó en recesión que por el tamaño de la economía China se calcula a una tasa por debajo del 7%. China registra actualmente una tasa del 6,5%, a pesar de la fabulosa inyección de dinero que se utilizó para fondear los bancos, que lo utilizaron para hacer negocios otorgando préstamos para viviendas. Todas las provincias y gobiernos loca-les abrieron oficinas para otorgar esos préstamos. Millones de chinos acudieron a acceder a los présta-mos inmobiliarios, aprovechando las bajísimas tasas de interés, el precio barato de la moneda nacional, el yuan, lo que desató la fiebre constructora en todo el país.

Pero la fiebre constructora encendió la inflación, los precios de las viviendas, los materiales de construc-ción, de cementos, ladrillos, cables, todos los precios fueron empujados hacia arriba y por la gran demanda comenzaron las casas empezaron a sufrir una ten-dencia al alza, a pesar de las políticas del gobierno para frenar el auge de precios. Las cifras más escan-dalosas las registra la isla meridional china de Hai-nan, con incrementos de un 64,8% de alza para la vivienda nueva en Haikou, la capital. Con el aumento de precios, en un país de salarios bajísimos, la población no pudo pagar los préstamos. El Financial Times comenzó a denunciar desde el 2010 que la burbuja inmobiliaria china era peor que la que explotó en EE.UU en el 2007. Los departamentos vacíos, de familias que no pueden pagarlos, fueron en aumento día a día, acumulando una enorme masa de incobrables. El precio de las viviendas chinas se disparó a 27 veces el de los ingresos medios, cinco veces más que la media mundial.

Para poder afrontar sus crecientes deudas, un sector de la población china buscó ayuda en las financieras ilega-les, que los propios jerarcas del PC alentaron en sus provincias para darle curso a los préstamos. Millones pidie-ron dinero prestado a un tipo de interés muy alto a estos bancos en la sombra, que comenzó a transformarse en el 50% de los préstamos bancarios totales emitidos. A su vez, la banca china en sociedad con la banca en la som-bra emitió instrumentos financieros llamados WMP (Productos de Gestión Patrimonial, en inglés Wealth Manage-ment Product), que contenía esas millones de hipotecas que se vendían en todo el país. Los WMP atrajeron capi-tales del mundo entero, y de este modo, el gobierno de China estableció una sociedad entre la banca "oficial" y la banca "en la sombra", basada en el sector inmobiliario que comenzó a administrar masas enormes de capital.

Los cálculos de los Conglomerados Globales como BlackRock, Credit Suisse y Bank of América advierten que existe en China una colosal burbuja de alrededor de los 15 billones de dólares, la más grande del mundo. Tam-bién en relación con el PBI de China, se trata de una burbuja especulativa cuya relación PBI/tamaño supera a todas las existentes, ya que es mayor al PBI de China que es de 12 billones U$S. La monstruosa burbuja China es probablemente la mayor sobreacumulación de capital que se registre sobre un producto en la historia, en tér-minos absolutos y relativos. Es equivalente a la mitad de los salvatajes que se han hecho desde el 2008 hasta ahora en el mundo entero por todos los Bancos Centrales, y es uno de los mayores peligros que afronta la eco-nomía capitalista imperialista mundial.

.Una de las expresiones más grotescas de la crisis inmobiliarias china, y de la irracionalidad del capitalismo, son el desarrollo de las denominadas "ciudades fantasmas", construidas a través de cientos de kilómetros de distancia, que se encuentran a lo largo y ancho del país, desde Chenggong, en la oriental provincia de Yunnan, hasta el más conocido Distrito de Kangbashi, en la ciudad de Ordos, en la septentrional provincia de Mongolia Interior. Son megaciudades que están completa o parcialmente vacías, como la Nueva Ciudad de Jingjin que imita a París, o Yujiapu, que imita a Nueva York. Pero nadie vive en ellas. Al lado de esos miles de kilómetros cuadrados de edifi-cios o casas vacías, la gente vive hacinada en precarias casitas de las que apenas pueden pagar el alquiler. El capitalismo muestra con las "ciudades fantasma" de China todo el horror y la irracionalidad de un sistema que só-lo vive al servicio de las ganancias. Para que la burbuja inmobiliaria no explote, el estado chino debe garantizar que siga adelante la construcción de miles de kilómetros de casas y departamentos, aunque nadie las habite, los banqueros y empresarios capitalistas chinos han montado una burbuja de la que no saben cómo salir.

La "Guerra Comercial": El plan de ajuste para China

Cuando Donald Trump eleva los aranceles para los productos chinos, el mensaje del imperialismo mundial para China es claro: "Exporten menos". Exportar menos significa reconvertir toda la economía, porque China no tiene un mercado interno con capacidad de absorber todas las mercancías que produce para los 5 continentes, y EE.UU. Además, si China debe ajustar su producción a la actual realidad de la economía capitalista mundial, de-be cerrar al menos 70 puertos, y con ello, liquidar ciudades, ramas enteras de la producción vinculadas a la expor-tación en gran escala, lo que afectaría ciudades, regiones, enteras, y generaría una ola de quiebras y millones de desocupados.

La única manera de valorizar semejante capital sobreacumulado que significa la monstruosa burbuja china es quemando capital. Pero eliminar puertos, ciudades, sectores de clase capitalista, puertos y maquinaria no puede llevarse a cabo de manera pacífica. La única manera de llevar a cabo semejantes medidas es mediante una gue-rra civil. Los jefes de las potencias capitalistas son perfectamente conscientes de lo que está sucediendo y tienen claridad respecto del curso que está tomando la crisis en China. Por eso están presionando cada vez más fuerte a la oligarquía del PC Chino, para que desmonten la burbuja que han montado.

Las negociaciones comerciales se vuelven interminables, pero la conclusión es clara: Para el imperialismo la eco-nomía de China debe ajustarse. Pero la economía de una submetrópoli de 1300 millones de habitantes que pro-duce el 30% de las mercancías del comercio mundial no se ajusta igual que como se ajusta cualquier otra econo-mía. No alcanza con reducir los planes de salud y educación, o subir la edad jubilatoria. Lo que los escribas del capitalismo, analistas, economistas defensores del capitalismo y charlatanes denominan "Guerra Comercial" en realidad no es tal. La denominada "Guerra Comercial", es la imposición de un plan de ajuste, muy complejo y complicado, para una economía sobre la cual los Conglomerados Globales han hecho un verdadero desastre. Un desastre no sólo en términos de especulación capitalista, sino también en términos de daño ambiental y cambio climático.

Quienes quieran ver la perspectiva de buques Chinos y norteamericanos lanzándose misiles mutuamente, pueden esperar sentados algo que nunca sucederá. Y quienes quieran ver la crisis de la economía de China, separada de la crisis de la economía norteamericana, sólo verá una fantasía. Dada la unidad y profunda imbricación de las cla-ses dominantes de ambas naciones, y del trabajo en equipo que ambos estados vienen llevando a cabo desde hace 20 años como pilares y sostenes de la economía capitalista mundial, uno en calidad de imperialismo que domina la economía mundial, y el otro en carácter de submetrópoli, la crisis de la economía China es sólo una parte constituyente de la crisis capitalista de la economía de EE.UU.

Las "amenazas" y medidas arancelarias de EE.UU a China no son las de un estado capitalista a un estado obrero, no son de un estado dominante a un estado independiente. Son los reclamos del dueño a su socio menor, del gerente al capataz, del amo a su cautivo. Y es la desesperación de ambos que vienen llevando adelante medidas como salvatajes, y rescates, medidas completamente aventureras, críticas y defensivas del imperialismo mundial, ante el derrumbe de la economía capitalista, y la presión del movimiento de masas.

Donald Trump presidente de EE.UU, y Xi- Jinping premier de China, celebrando el acuerdo comercial

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